Colapso histórico en la cosecha de frutillas en Alemania: el peor dato en treinta años
Fuente: Italia-Informa.com
En Alemania, la producción de frutillas cultivadas a campo abierto caerá en 2025 a su nivel más bajo desde 1995. Según las estimaciones de la Oficina Federal de Estadística (Destatis), las explotaciones agrícolas alemanas esperan una cosecha de apenas 75.500 toneladas, muy por debajo de las 78.600 toneladas registradas en 2024. Esta cifra representa una disminución del 4% en un año y un desplome del 24% en comparación con el promedio 2019-2024, que era de 99.900 toneladas. Un retroceso que preocupa a los actores del rubro hortofrutícola y expone las debilidades estructurales del sector.
No solo el clima: causas de una caída sin precedentes
El colapso no se debe únicamente a la inestabilidad climática, que en los últimos años ha afectado con fuerza los cultivos a cielo abierto, sino también al progresivo abandono de las superficies dedicadas al cultivo de frutillas. En 2025, la superficie cultivada se redujo a 8.100 hectáreas, una baja adicional del 4% respecto a 2024, alcanzando así su nivel más bajo en tres décadas. El sector sufre el alza de los costos de producción —especialmente de la mano de obra—, la creciente competencia de los cultivos bajo invernadero y las importaciones a bajo precio, lo que hace cada vez menos viable la producción tradicional.
Espárragos: otro ícono agrícola en crisis
La crisis también afecta a otro producto emblemático de la tradición agrícola alemana: el espárrago. Las proyecciones para 2025 indican una cosecha de 98.900 toneladas, lo que supone una caída del 9% respecto al año anterior y un 15% menos en comparación con el promedio 2019-2024 de 116.300 toneladas. Es el volumen más bajo registrado desde 2010. En este caso también, la reducción de la superficie cultivada y la escasez de mano de obra estacional están limitando la oferta nacional, con impactos directos en el equilibrio del mercado.
Alarma en el sector y posibles efectos para los consumidores
Las asociaciones del sector advierten sobre la gravedad del panorama. “El declive de los cultivos a cielo abierto no es solo un problema productivo, sino una señal de alarma para todo el modelo agrícola alemán”, señala en un comunicado la asociación nacional de productores hortofrutícolas. El riesgo es claro: pérdida de biodiversidad, desaparición de variedades locales y menor rentabilidad para las explotaciones agrícolas, muchas de las cuales ya están en situación crítica por las nuevas condiciones económicas. Para los consumidores, esta caída en las cosechas podría traducirse en importantes aumentos de precios al por menor, especialmente en los meses centrales del verano, cuando frutillas y espárragos alcanzan sus picos de demanda.
Mirando al futuro: llamados urgentes a la acción
Los actores del sector exigen medidas urgentes a nivel nacional y europeo. Entre las propuestas: incentivos para mantener los cultivos tradicionales, apoyo a la innovación en la agricultura a campo abierto y una revisión de las políticas comerciales que perjudican a los productores locales. La crisis de las frutillas y los espárragos es, en el fondo, el reflejo de un desafío mayor: cómo mantener un modelo agrícola europeo competitivo y sostenible en un contexto globalizado y cada vez más vulnerable al cambio climático.