Fuente FruitNet
Traducción PortalBerries.com

Las exportaciones chilenas de arándanos frescos se mantendrán prácticamente sin cambios en 2025/26, aumentando un 1 % hasta alcanzar las 91.500 toneladas. Sin embargo, detrás de este incremento relativamente modesto se esconde una marcada transformación de la industria, que continúa renovando sus variedades plantadas para adecuar su oferta a la demanda del mercado.

Según Andrés Armstrong, director ejecutivo del Comité de Arándanos de Chile, el ritmo de recambio varietal ha aumentado significativamente. Las variedades tradicionales están en declive, mientras que las variedades de reemplazo muestran crecimientos de dos dígitos. Se estima que las nuevas variedades ya representan más de 4.000 hectáreas del total de 15.700 hectáreas plantadas en Chile.

“El resultado es una mezcla más sólida, donde las variedades de reemplazo aportan una cuarta parte de las exportaciones de fruta fresca, frente al 21 % del año anterior”, señaló Armstrong, agregando que “esta combinación mejora las condiciones de viaje y la vida postcosecha, y se alinea mejor con lo que busca el nuevo consumidor de arándanos”.

Durante su presentación en la reciente conferencia Fruittrade 2025 en Santiago, Armstrong entregó un mensaje directo a los exportadores del país: la calidad constante y el recambio varietal son claves para defender la posición de Chile en los mercados internacionales.

Tras varios años de disminución en los envíos debido a la creciente competencia de Perú, México, Marruecos y China, la industria chilena alcanzó un punto de inflexión en 2024. Armstrong explicó que esto se debió a la mejora en los precios internacionales y al cambio estructural de la oferta chilena hacia materiales genéticos más competitivos y un sistema de distribución mejor alineado con las exigencias del retail.

De las 4.000 hectáreas de nuevas variedades, aproximadamente 1.000 aún se encuentran en etapa de formación, lo que indica que representarán una proporción creciente de las exportaciones totales en las próximas dos o tres temporadas. Según Armstrong, esto permitirá a Chile seguir mejorando la calidad mientras mantiene volúmenes de exportación estables, evitando presionar la estructura de costos del sector.

El monitoreo realizado por el Comité la temporada pasada también muestra que la condición de llegada mejoró significativamente. Hasta la semana 42, el 100 % de los envíos verificados fueron clasificados como “buenos” o “muy buenos”.

Un análisis de precio/volumen revisado por Armstrong sugiere que, tras el impacto del fenómeno de El Niño, los volúmenes se recuperaron la temporada pasada, respaldados por una mejor calidad promedio. “En Estados Unidos, incluso con la recuperación del volumen, los precios no cayeron a los niveles de 2021, reforzando la teoría de que el valor se sostiene cuando el mercado recibe fruta que cumple consistentemente”, señaló.

Armstrong indicó que la tarea para la temporada actual es “seguir avanzando en la cadena de suministro, aprovechando la nueva genética y apoyándose en la promoción, para atraer nuevos consumidores que permitan ampliar el consumo de arándanos”.

Advirtió que Chile aún tiene un largo camino para igualar sistemáticamente los estándares de competidores como Perú y México en cada ventana de suministro. Con Perú aumentando sus volúmenes en Estados Unidos y Chile enfrentando una competencia creciente de Marruecos y Sudáfrica en Europa, Armstrong afirmó que los exportadores deberían enfocarse en las especificaciones de fruta y cumplimiento de condiciones de llegada, más que en el volumen.

En Asia, señaló que Chile ha ido perdiendo terreno en China, tanto frente a Perú como ante la oferta local. En el lado positivo, Corea del Sur ha surgido como un mercado prometedor para los exportadores chilenos.

Armstrong destacó además que el canal de arándanos congelados ha servido como un amortiguador indispensablepara los productores, ofreciendo una salida alternativa para la fruta que no cumple con los estándares del mercado fresco. Chile exportó casi 68.000 toneladas de arándanos congelados en 2024/25.

Concluyó señalando que los resultados positivos de la última temporada sientan las bases para restaurar la confianza en Chile como país de origen y fomentar un mayor crecimiento futuro. “Incorporar servicios logísticos más eficientes, un manejo agronómico adecuado y una cosecha enfocada en la calidad permitirá avanzar hacia una consistencia en la calidad, lo que hace posible destacar una de las características más valoradas de la fruta chilena: su sabor”, afirmó.