
El mayor reto con las fresas ecológicas es garantizar la comercialización
Fuente: Freshplaza
El año pasado, BelOrta se inició en la comercialización de fresas ecológicas. Hoy en día, la producción ecológica es una opción cada vez más común para muchos grupos de productos, aunque en el caso de las fresas, sigue representando un porcentaje muy pequeño del total. Sin embargo, el año pasado, tras muchas pruebas, el agricultor ecológico David Hermans, que comercializa sus fresas a través de BelOrta, decidió ponerse manos a la obra. “Nos enfrentamos a algunos retos, pero teniendo en cuenta las difíciles condiciones meteorológicas de la temporada pasada, podemos hablar de un comienzo exitoso”, opina el agricultor de Herk-de-Stad, en Flandes (Bélgica). Gunther De Vadder (comercial de productos ecológicos en BelOrta) también confía en el cambio. Incluyendo a David, hay dos productores de fresas ecológicas afiliados a la cooperativa.
Cosecha de 2024.
La firma Fruitbedrijf Hermans hizo una transición al 100% a la producción ecológica en 2022, con una gran parte de la tierra (unas 9 hectáreas) dedicada a la fruta de pepita ecológica. En ella cultiva las variedades de manzana Marnica y Boerenkamp, así como peras Conferencia ecológicas. “Sin embargo, mi padre siempre ha tenido también fresas y nos resultaba conveniente cultivarlas”, explica David. “Así pues, tras consultarlo con Gunther, tomamos la decisión de intentar producirlas también de forma ecológica. En este caso, elegí deliberadamente un cultivo de ciclo corto en túneles para así tener muchos menos problemas con plagas como los trips o la mosca suzukii“.
“En el huerto de ensayo de Proefcentrum Pamel estaban ya estudiando el cultivo de fresas ecológicas y decidimos llevar a cabo una prueba. La verdad es que funcionó sorprendentemente bien, así que decidí convertirlo todo”, explica. La elección de la variedad, argumenta David, fue importante en este sentido. “No hay muchos productores que se atrevan a pasarse a las fresas ecológicas, pero estábamos convencidos de que, con los conocimientos adecuados y una buena elección de variedades, podríamos lograrlo. En este sentido, no tardamos en optar por la variedad Falco. Hemos trabajado con muchas otras variedades cuando cultivaba con técnicas convencionales con las que no hubiera sido posible en absoluto, pero con esta teníamos confianza”.
Cosecha de 2025 en el momento de la entrevista (principios de abril).
¿Por qué no se hacen más a menudo ensayos a gran escala? “Sin duda tiene que ver con el hecho de que en ecológico hay que trabajar por encargo. No puedes recolectar sin haberle dado primero salida al producto y esa incertidumbre comercial es una barrera”. También optó deliberadamente por un cultivo de bajo riesgo. “Creo que cultivar en verano resulta mucho más difícil, ya que es entonces cuando tienes que lidiar con los trips y la mosca suzukii, y todavía no disponemos de métodos de control biológico para esta última. Creemos que es posible cultivar en verano, pero es una estación que no solo conlleva más plagas, sino también más problemas prácticos. Cuanto más se alarga el periodo de cultivo, más difícil es mantener sanas las plantas y más probabilidades hay de que algo salga mal. Y no podemos olvidar que el control de malas hierbas tiene que hacerse a mano, lo cual hace necesario disponer de mucha mano de obra, sobre todo en las parcelas más grandes. Mantener varias hectáreas con trabajo manual puede resultar muy laborioso”.
Semana de promociones durante el pico de producción
Lograr una cierta seguridad comercial fue toda una epopeya para Gunther la temporada pasada. “Cuando empiezas a trabajar con algo así a gran escala, hay una serie de cosas a las que necesitas acostumbrarte”, explica. “La variedad Falco en concreto tiene un periodo de producción corto e intenso. Se obtienen unas fresas muy grandes durante la primera, segunda y mitad de la tercera semana de producción. Luego se vuelven más pequeñas. Además, en la tercera semana, la producción alcanza un pico muy notable. Hay que tener en cuenta que con la Falco se obtienen unas 30 toneladas en total durante 4 o 5 semanas de producción, pero en esa tercera semana se obtendrán unas 10 toneladas a las que habrá que dar salida”.

“Hemos tenido mucho que aprender. Casi todas las fresas ecológicas son de producción local. De hecho, muchos productores las consideran un cultivo intermedio, y hay fresas ecológicas a la venta en cada esquina durante un periodo determinado. Si ya había algo de sobreproducción, lo pasarás un poco mal, porque no se puede vender al retail, y será complicado darle salida. Tampoco quiero decir que sea un mercado muy competitivo, pero no se pueden comercializar las fresas sin un buen plan. Los canales habituales para los productos ecológicos no pueden absorber volúmenes de más, así que hemos estado trabajando para mejorar la seguridad comercial. El año pasado, por ejemplo, empezamos a trabajar con un cliente inglés que decidió organizar su semana promocional exactamente durante el pico de producción, en la tercera semana. Ellos mismos tienen poca producción en ese momento y España tampoco puede seguir el ritmo, así que se comprometieron a llevar a cabo un buen programa de principio a fin. Gracias a ello, ahora tenemos a tres grandes clientes en los Países Bajos, Bélgica y el Reino Unido, además, por supuesto, de trabajar con comercios de alimentos saludables en varios lugares. Eso nos ha permitido lograr esa seguridad comercial”.
Con la mirada puesta en las variedades perennes
La primera temporada ha transcurrido de manera satisfactoria. “Aun trabajando con unas condiciones meteorológicas muy complicadas, con mucha humedad y poca luz, hemos logrado unos buenos resultados. De hecho, durante todo ese periodo, David no ha tenido ningún problema de moho. Además, la Falco tiene un color rojo muy intenso, algo no muy habitual en los productos convencionales, pero se vende muy bien en el mercado ecológico. Nuestros productores han obtenido buenos volúmenes y tampoco hemos tenido queja con los precios. De hecho, solo hemos recibido comentarios positivos de los clientes que trabajaron con nosotros el año pasado, y los consumidores se han mostrado dispuestos a pagar su precio”, afirma Gunther.

Gunther y David ya se preparan para los próximos años con mucho optimismo. “Si tienes la variedad adecuada y puedes garantizar la continuidad del suministro, encontrarás un hueco en el mercado. Hemos tenido éxito con la Falco, y ahora estamos considerando trabajar también con la variedad perenne Verity, con la que podremos contar hasta finales de septiembre”, prosigue Gunther. “Ofrece un menor rendimiento, de unas 10 toneladas al mes, pero con ella podríamos alargar la campaña. Es una fresa de consistencia firme, parecida a la Falco, pero con un color algo menos intenso, y estamos realizando algunas pruebas junto a David. Con la Falco también tardamos tres años en comercializarla como producto ecológico, así que, de la misma forma, al principio venderemos esta como producto convencional. Luego veremos si tenemos la posibilidad de ir creciendo”. En cuanto a la nueva temporada, David se muestra ya entusiasmado. “Con la Falco, esperamos volver a empezar en la primera semana de mayo y las cosas pintan bien. Están floreciendo muy bien y, tras la experiencia del año pasado, sabemos que podremos ofrecer buenos volúmenes en casi cualquier circunstancia”.
Este artículo apareció anteriormente en el número 39 de la edición 3 de Primeur (www.agfprimeur.nl)