Por PortalBerries.com

El término bioestimulante ha ganado protagonismo en la agricultura moderna. Hoy se habla de ellos en seminarios, ferias y programas técnicos, pero no siempre con precisión.
Más allá del concepto, los bioestimulantes representan una herramienta concreta para mejorar la eficiencia fisiológica de las plantas y potenciar los resultados productivos, siempre que se usen correctamente y con base técnica.

¿Qué son los bioestimulantes?

Los bioestimulantes son sustancias naturales o microorganismos que, aplicados al suelo o a la planta, activan procesos biológicos internos que mejoran la absorción y aprovechamiento de nutrientes, el crecimiento radicular, la floración, la cuaja y la calidad de la fruta.

A diferencia de los fertilizantes, su objetivo no es entregar nutrientes directamente, sino favorecer la fisiología de la planta para que ésta trabaje mejor con los recursos disponibles. En otras palabras, ayudan a que la planta sea más eficiente.

Entre los más comunes encontramos:

  • Extractos de algas marinas, que estimulan el crecimiento vegetativo y radicular.
  • Aminoácidos libres, que favorecen la recuperación después de podas o estrés.
  • Ácidos húmicos y fúlvicos, que mejoran la estructura del suelo y la disponibilidad de nutrientes.
  • Péptidos y proteínas hidrolizadas, que activan rutas metabólicas esenciales.
  • Microorganismos benéficos, que promueven un entorno biológicamente activo en la rizósfera.

Cada tipo cumple una función distinta y su eficacia depende del momento fenológico y del manejo técnico general del cultivo.

Uno de los errores más comunes en el uso de bioestimulantes es considerarlos como reemplazo de los fertilizantes, fungicidas o reguladores de crecimiento.
Eso es incorrecto. Los bioestimulantes no reemplazan, sino que complementan.

Su función es potenciar el rendimiento de los programas nutricionales y fitosanitarios ya establecidos. Por ejemplo, una planta con deficiencias de calcio o nitrógeno no resolverá su problema con un bioestimulante, pero sí podrá absorber mejor esos nutrientes si el manejo técnico está bien estructurado.

Por eso, su valor radica en integrarse a un programa completo, donde nutrición, sanidad y fisiología trabajen en conjunto. El resultado es una planta con mayor vigor, mejor calidad de fruto y uniformidad en la cosecha.

En el caso de los berries —frutillas, arándanos y frambuesas— los bioestimulantes se utilizan con excelentes resultados en etapas clave como:

  • Establecimiento de plantas nuevas, donde mejoran el desarrollo de raíces.
  • Floración y cuaja, favoreciendo la energía fisiológica y el amarre de fruto.
  • Engorde y maduración, aportando uniformidad en color, firmeza y calibre.
  • Postcosecha, ayudando a mantener la integridad de tejidos y la conservación.

Cada fase requiere un tipo de bioestimulación distinta. La clave está en elegir el producto adecuado, en la dosis y momento correctos.

No todos los productos del mercado entregan los mismos resultados. La diferencia está en la composición, concentración y calidad de las materias primas, así como en la validación técnica en campo.


Por eso, siempre se recomienda trabajar con marcas que cuenten con estudios y respaldo agronómico, además de integrar la bioestimulación dentro de un programa técnico coherente.

La bioestimulación no es una receta rápida, sino un manejo de precisión que busca activar lo mejor de la planta, sin forzarla ni alterar su equilibrio natural.

En Chile, Agribalance ha desarrollado una línea de bioestimulantes con materias primas locales para potenciar sus cultivos con enfoque técnico y eficacia comprobada en berries. Productos como Suelo Base, Crecimiento y Producción Plus y el Termorregulador vienen a satisfacer una necesidad de productos de especialidad en el sector de los berries. Productos como Suelo Base, Crecimiento y Producción Plus y el Termoregulador se han posicionado entre las principales alternativas del mercado gracias a su capacidad de mejorar la respuesta vegetativa, la cuaja y la calidad final del fruto, siempre dentro de un manejo equilibrado.

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