Biocriso: Aliados naturales para el control de pulgones y arañitas en frutilla
Por BioBichos
A mediados de octubre, los cultivos de frutilla comienzan a mostrar la aparición de plagas comunes como pulgones y arañitas. Estos pequeños insectos, aunque a simple vista puedan parecer inofensivos, pueden causar daños importantes en el desarrollo de la planta, afectando tanto la calidad como el rendimiento de la producción.
Por eso, es fundamental que los agricultores mantengan una vigilancia constante de sus cultivos y actúen de manera temprana, antes de que las poblaciones alcancen niveles difíciles de manejar.
Una de las estrategias más efectivas y sostenibles es el uso de controladores biológicos, que permiten mantener las plagas bajo control sin recurrir a productos químicos. En Biobichos, contamos con crisopas (Chrysoperla sp.), insectos benéficos ampliamente reconocidos por su capacidad de depredar pulgones, trips, arañitas y otros pequeños insectos que se alimentan de las plantas.
El uso de crisopas se ha consolidado como una herramienta clave dentro del manejo integrado de plagas, ya que permite proteger los cultivos de forma natural y segura. Nuestro producto consiste en huevos-larvas de crisopas, que se distribuyen directamente sobre el cultivo de frutilla. Una vez que las larvas emergen, comienzan a alimentarse activamente de los pulgones y arañitas, reduciendo su población de manera efectiva y contribuyendo al equilibrio biológico del ecosistema del cultivo.
Además del uso de controladores biológicos, es importante complementar esta práctica con un monitoreo permanente. La observación directa de hojas y tallos, junto con el seguimiento de las condiciones climáticas, permite detectar a tiempo cualquier incremento en la presencia de plagas y tomar medidas preventivas. Actuar de manera oportuna no solo evita pérdidas en la producción, sino que también favorece un cultivo más sano y equilibrado.
En Biobichos promovemos el uso de soluciones biológicas como una alternativa eficiente, sustentable y respetuosa con el medio ambiente. Las crisopas son un claro ejemplo de cómo la naturaleza puede ser la mejor aliada del agricultor para mantener la sanidad del cultivo y asegurar una cosecha de frutillas de alta calidad.