Por PortalBerries.com

En los campos dedicados a la producción de berries, cada jornada trae su propio desafío. Un amanecer frío, un mediodía sofocante o una noche húmeda pueden modificar el equilibrio del cultivo más de lo que parece. Los berries, por su naturaleza sensible, responden rápidamente a estas variaciones. Y cuando el clima se vuelve impredecible, el manejo agronómico adquiere un rol decisivo en la calidad final del fruto.

Las temperaturas extremas —tanto altas como bajas— provocan alteraciones fisiológicas que muchas veces pasan desapercibidas hasta que la planta muestra síntomas visibles. Pérdida de vigor en las plantas, disminución de la floración y de la calidad en frutos.

Por otro lado, las bajas temperaturas prolongadas también representan un riesgo; Menor tasa de crecimiento de las.plantas, menor respuesta de enraizamiento y periodos vegetativos muy largos. En ambos casos, el resultado es el mismo: pérdida de rendimiento y calidad.

Cada productor sabe que el éxito no depende solo de la variedad o del riego, sino de la capacidad de mantener el equilibrio del cultivo. En las últimas temporadas, se han fortalecido estrategias que buscan reducir el estrés térmico, como el uso de coberturas, manejo del riego en horas seguras y aplicaciones de productos que ayudan a estabilizar los procesos fisiológicos de la planta.

Estas prácticas no solo permiten enfrentar mejor los periodos críticos, sino que también ayudan a mantener los procesos de la fotosíntesis activa, incluso cuando las condiciones externas son adversas.

En esta etapa del ciclo productivo, donde muchas zonas se encuentran en plena floración o cosecha, la prioridad está clara: proteger la calidad la estabilidad y calidad de la producción.
Un golpe de calor o una baja repentina de temperatura pueden marcar la diferencia entre una producción destacada y una devaluada. . No se trata de luchar contra el clima, sino de anticiparse y darle herramientas a la planta para resistir.

En esa línea, el desarrollo de tecnologías que ayudan a la planta a sostener su actividad metabólica frente a la radiación solar y las temperaturas elevadas ha sido un avance importante.

Entre ellas, destaca el trabajo de Agribalance con su Termoregulador, un aclimatador fisiológico formulado especialmente para frutilla, que contribuye a mantener la respuesta fotosintética y la integridad celular en condiciones de estrés térmico y radiación solar excesiva, favoreciendo un crecimiento sostenido y una cosecha más uniforme.